viernes, 18 de diciembre de 2009
El precio justo
Precio justo. Buena metáfora para explicar que lo que uno me pretende hacer pagar es mucho más de lo que yo he cometido. Injusta es la violencia, siempre desproprocionada. Inexistente la traición, viva la amenaza. No es el miedo a él, a su patetismo, a su vergüenza diaria y su inexistente valentía nocturna. No. Es el temor a su reacción alcohólica. Y al apoyo que tiene. Aún sin saber cómo ni por qué. Será que, cual mediocre, la gente se compadece de él.
Precio injusto. El que tenga que pagar si opto por la opción B. Claro que dejaría la opción A. Pero y si no aparece la opción B después? Si es una oportunidad única en la vida. O no. Tal vez sea la ruina a largo plazo y la fortuna a corto plazo. Puede que cave mi tumba con las manos si lo desecho o que me arrepienta de no cogerlo. Ciertamente, haga lo que haga, me lamentaré. Qué duda cabe aún de cómo soy yo.
En definitiva: convulsión. Entre tanto, que los míos, los que me quieren, me aplaudan cual concursante de susodicho programa televisivo.
sábado, 12 de diciembre de 2009
De las imperfectas relaciones humanas
El equilibrio es imposible, ya estás convencido de eso, supongo. Pues bien, dándole vueltas a la cabeza creo que he encontrado una de las razones que motivan esa utopía de lograr equilibrio: toda relación humana lleva intrínsecos unos parámetros, intereses y "mediciones del querer" diferentes. No hablemos ya de las pandillas de amigos, vayamos simplemente al tú a tú. Nos acercamos al otro con unos intereses bien definidos. No serás tan necio de creer que ese primer contacto es desinteresado. Sea el motivo que sea, por compromiso social, por no estar solo, por cruzarte de frente, por haberte levantado con el pie derecho... Pon la razón que tú quieras, pero es así. Sentencia firme, vamos.
Pero lo peor viene después del primer día. Todos tenemos un amigo para cada momento o cada cosa. Siempre hay uno que nos viene mejor para los consejos de vida profesional, otro que nos orienta en lo personal, otro que ayuda mano a mano y escucha pero no aconseja... Todos son igual de loables y de necesarios. No es ese el dilema, sino que siempre es el interés. Cierto, será un interés menos interesado... pero no deja de ser interés. Incluso en la vida de parejas.
Damos un poco de asco. Yo, ya lo he dicho, preferiría apearme del sistema social. Bucólico, ausente, alcohólico. Por qué no. Tant pis.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Y si la vida...
Si envía señales?
Si hay déjà-vus?
Si no hay nadie?
Si no hay nada?
Si se complica?
Si te lo dicen?
Si lo crees?
Si es así?
Sí o no?
Verdad?
Me duele
Saber que
Me equivoco
Reincidir, volver
a tropezar, una y otra
y otra más, y aún otra vez
y no me digas cosas como que
ya lo sabías, o que lo veías venir
o que no aprendo del pasado. Si caigo
y solo o con las pastillas me levanté, por qué
me dices nada ahora? Ojalá fuese un desvarío.
Ojalá que fuera solo eso, de verdad. Pero me da que no.
Por favor, ahórrate el "tendrías que haber ido" o "vive al día"
martes, 1 de diciembre de 2009
Mis amigos, esos valientes
A un par de ellos la vida les dio un golpe a bocajarro del que supieron salir adelante, el otro se hace fuerte en el mundo empresarial a base de echarle huevos, la otra sobrevivió a situaciones difíciles también sin ocultar nada, una quinta se unió hace poco a mí pero, con todo, me defiende como si me conociera desde el primer día. Y, lo que es más elogiante para ella y criticable para otros, se comportó como cabía esperar de otros. Quedan aún un par de Amigos por reseñar cuya valentía pasa por apoyarme, por ver la situación tal y como es, sin maquillarla lo más mínimo. Apoyo es lo que necesito. Lo habré hecho bien, mal o regular, pero no quiero sentirme solo, y que el vacío que pretenden hacerme lo sea menos.
A todos ellos, gracias. Y a los que se presumían amigos, también gracias, por desvelarse, ellos quienes juegan siempre al velo, a ocultar, a mentir, a fingir ser otros (paradoja, eso de lo que a mí me acusan).
Pero, sobre todo, gracias a mis amigos por cumplir la máxima de la complementaridad y de poder aportar a la vida lo que yo no tengo, valentía. Gracias, encore une fois.
lunes, 23 de noviembre de 2009
Náufrago de corbata
Siempre fue un irreverente, desde el minuto cero. Incluso antes. Le gustaba mezclar salado y dulce, alegría y tristeza. Toda contraposición era su motivo último de vida. Pero hasta hace poco se hacía creer a sí mismo que era uno más, que sus espasmódicas enajenaciones transitorias eran un divertido episodio en la vida propia y ajena.
Ahora su aspecto físico lo delata. Mezcla lo peligroso, lo arriesgado... Consume ansiolíticos al mismo tiempo que ingiere cafés y otros estimulantes. Se deja barba mientras las corbatas son una prenda cotidiana. Se queja de que no tiene tiempo y se embarca en más proyectos. Tiene sed pero no bebe. Hambre de vida pero no vive. Odia el tabaco y fuma. Vaya. No ha usado ningún pero aunque vive su vida subordinado a la dichosa conjunción que disjunciona su vida. Paradojas.
No tiene personalidad, se resigna y se deja arrastrar por el paso de los días. Su única diversión está cayendo en el olvido. Como él para sí mismo. No en vano, es un náufrago. Náufrago de la vida, del todo y de la nada. Y lo peor. Náufrago de sí mismo. Cuando nada te queda.
martes, 3 de noviembre de 2009
Racional, le pido a la vida
Es curioso y paradójico, casi se podría decir que caprichoso, el español. En su primera acepción, la RAE habla de espíritu como “algo dotado de razón”. Eso demuestra que los sentimientos han dejado de pertenecer al plano más puramente emocional para pasar al racional. Racionalicemos, pues.
Una persona a la que le has fallado. Ya no puede volver a confiar en ti. En el mundo racional, no existen los perdones.
Otro ejemplo. La racionalidad te lleva a centrarte en lo inmediato, en lo tangible, en lo próximo. No puedes tener sentimientos hacia aquellos que estén más lejos o, peor incluso, por los que ya no están.
Lo que parece claro es que la racionalidad anula el sentimiento, las sensaciones, la amistad, el amor… Todo aquello que nos hace sufrir. Es entonces cuando quiero ser racional. Más que hombre, incluso.
Racional, le pido a la vidadomingo, 6 de septiembre de 2009
Hoy no entiendo de nada
Mejor dicho, no falla algo, fallas tú. Malditas expectativas que te han llevado a generarte más ilusiones de las que deberías depositar en el día a día. Y lo fácil que sería vivir sin expectativas, sin soñar despiertos, conformándose con lo que el hado nos destine a cada uno de nosotros.
Encefalograma plano. Es una buena opción. Vivo en ella desde hace tiempo. No me va mal. Tampoco me va bien. En honor a la verdad, ni siquiera me va, ni va.
miércoles, 6 de mayo de 2009
texto
- Está bien(...)
- Verás, yo tengo otro tipo de trabajo. Carrera.
- Qué es eso?
- Cómo te lo explicaría? Una carrera profesional es el trabajo que deseas sobre todas las cosas y para conseguirla renuncias a todo. Luego, cuando la consigues, te das cuenat de que no es tan importante.
- No entiendo
- Sí, ya somos dos
viernes, 17 de abril de 2009
Voz activa o voz pasiva?
Excluir está bien, sirve para mostrar criterio, para alejarnos de lo que no nos gusta.
Pero y estar excluido? Qué pasa con los excluidos? Y con los autoexcluidos?
Y con los sempiternos excluidos?
No more
jueves, 9 de abril de 2009
Coetzee es Dios
Por los pasillos de la Facultad de Comunicación se toma muy a pecho lo de caminar con la cabeza bien alta.
(Coetzee: "Desgracia", p. 57)
jueves, 2 de abril de 2009
Yo soy de Triste
"Yo soy de Triste. Nací aquí, en esta aldea de la que apenas he salido desde que perdí a los míos en un incendio y en la que hoy, vaya usted a saber por qué, sólo quedamos 18 vecinos. Le diré, eso sí, que hay de todo en este lugar. No crea que es norma entre los tristinos mantener un rictus tan circunspecto como el mío. Ocurre que, en mi caso, soy de natural mohíno. Lo llevo dentro. Contaba mi madre, que el Buen Dios tenga en su seno, que no dejé de berrear hasta que cumplí los 13 años. Y que lo hacía con pesadumbre, tan cariacontecido como cuando ahora veo una de mis pelis favoritas: Ghost y Mar Adentro. o como cuando escucho el Réquiem de Mozart, o el de Fauré, o el concierto acústico de Perales. Disfruto, ya le digo, con los días de lluvia convertida en aguacero. Suelo vestir de luto, apostar al negro en los casinos on - line y colarme, cual viejo amigo del finado, en los entierros de la comarca a los que acudo llorando a moco tendido. Tuve una vez un amigo. El cartero. Pero cortamos nuestra relación, por incompatibilidad de caracteres, en cuanto me contó el tercer chiste. Sollozo porque me hago viejo. O cuando me acuerdo de mi ex novia. O porque nadie en el pueblo coge los bajos del pantalón. Ahora, si me disculpa, he de dejarle. Es la hora de mi llanto inconsolable de las siete".
Esto bien podría ser mezcla de una autobiografía y un relato escrito por mí, pero el autor es David Benedicte. De todas formas, el texto me gustó para reiniciar esta segunda etapa en el blog, ahora que empieza abril. Hasta cuándo? Dios sabe. Donde la vida me deje. Y me lleve.
He dicho.
miércoles, 4 de febrero de 2009
Desequilibrando,que es gerundio
Aunque como nunca fuiste, no puedes ser. Sobre todo, si el pasado es tu único punto de referencia. Bueno, ojalá tuvieses referencia. O que pudieses estar en el presente con los que han estado en tu pasado, los que son tu pasado y los que para ti son tu presente.
Y tú para ellos? Desequilibrio, al fin y al cabo.
viernes, 23 de enero de 2009
Revolutionary Road
Sabeslo que necesitas.
Sabes de qué puedes prescindir.
Control de existencias, lo llaman.
jueves, 22 de enero de 2009
Absurdo
Lo que más te atemoriza es que no sea verdad, que lo hagan solo por ti. Porque les invade la compasión. Y que no lo sienten, aunque lo digan. Y que aunque lo digan, no lo sientan. Y que aunque lo sientan, no lo digan.
Eso era lo que le rondaba aquella noche por la cabeza
miércoles, 21 de enero de 2009
Reinventando el valor del abrazo
No me gustan los apretones de manos, son fríos.
No quiero "un saludo"
Nadie se da cuenta de que estamos perdiendo los abrazos? Que besamos con miedo a rozar o a rodear con los brazos a la otra persona? Que el roce físico va más allá de un beso o de un apretón de manos?
Lástima que, para algo que tenemos gratis, no lo usamos.
así nos va, a base de Prozac...
martes, 20 de enero de 2009
Recetas de la vida
Si quieres que un plan salga bien, no lo planifiques. El porcentaje de opciones de que algo se pueda realizar es inversamente proporcional a las ganas invertidas en ello.
Ejemplos: Valencia, Italia...
Para qué hace falta. Más.
lunes, 19 de enero de 2009
Rendirse antes de empezar
Y con el paso del tiempo te das cuenta de que volcarse en una única dimensión de tu vida es un error. Pero para qué cambiarlo. La manzana está podrida. Y qué?
Eres lo que siempre has rechazado ser.
He dicho.
sábado, 17 de enero de 2009
Marcando territorio...
Saber qué decir y cuándo confesarlo. Ésa es la clave. Y es entonces cuándo la nostalgia me lleva a visitar fotos, a leer textos, a comprobar que hubo un tiempo en que era necesario. Un instante en que alguien me hacía existir solo por pensar en mí. Solo, digo. Qué iluso. Es lo más grande que puede pasar.
No transitar de puntillas por la vida. No marcharte sin dejar huella. No resultar indiferente.
Aunque para ti no seas más que un vulgar indiferente. O mejor dicho, un vulgar y un indiferente.
jueves, 15 de enero de 2009
Para abrir boca
Así, repito errores... Las pocas virtudes las conservo. En lata. O en latón, que fue el producto que más subió, seica. Circularmente, te prometes no volver a hacerlo, no volver a actuar así... Cambiar, en definitiva. Pero sin embargo tú vences a tu yo. El yo interno pisotea al yo que tú te pretendes construir frente (con el más firme sentido de oposición) a la sociedad.
Entonces, te das cuenta de que si naces... es para morir. Que lo del medio es un trance, y que, hagas una cosa u otra, qué más dará. Es cuestión de tiempo. Y después, polvo.
Y como todo nace para morir... Diagnostiquémosle un tiempo de vida a este blog. Lo que va a durar? Depende de la madurez de los comentarios, de la empatía, de muchos factores. Porque en el fondo, por más que nos pese, somos lo que los demás piensan de nosotros.