viernes, 23 de enero de 2009

Revolutionary Road

Sabes lo que tienes.

Sabeslo que necesitas.

Sabes de qué puedes prescindir.


Control de existencias, lo llaman.

jueves, 22 de enero de 2009

Absurdo

Y ya no le temes a la muerte, ni a la soledad. Ni siquiera a las noches de frío...

Lo que más te atemoriza es que no sea verdad, que lo hagan solo por ti. Porque les invade la compasión. Y que no lo sienten, aunque lo digan. Y que aunque lo digan, no lo sientan. Y que aunque lo sientan, no lo digan.

Eso era lo que le rondaba aquella noche por la cabeza

miércoles, 21 de enero de 2009

Reinventando el valor del abrazo

No me valen los besos, son algo estereotipado.

No me gustan los apretones de manos, son fríos.

No quiero "un saludo"

Nadie se da cuenta de que estamos perdiendo los abrazos? Que besamos con miedo a rozar o a rodear con los brazos a la otra persona? Que el roce físico va más allá de un beso o de un apretón de manos?

Lástima que, para algo que tenemos gratis, no lo usamos.

así nos va, a base de Prozac...

martes, 20 de enero de 2009

Recetas de la vida

Recetas para la vida, de la vida, con la vida.

Si quieres que un plan salga bien, no lo planifiques. El porcentaje de opciones de que algo se pueda realizar es inversamente proporcional a las ganas invertidas en ello.

Ejemplos: Valencia, Italia...

Para qué hace falta. Más.

lunes, 19 de enero de 2009

Rendirse antes de empezar

Rendirse antes de empezar es una buena forma de no defraudar. A los demás. Porque, al fin y al cabo, cuando ya no tienes expectativas de nada, todo puede ser mejor.

Y con el paso del tiempo te das cuenta de que volcarse en una única dimensión de tu vida es un error. Pero para qué cambiarlo. La manzana está podrida. Y qué?

Eres lo que siempre has rechazado ser.

He dicho.

sábado, 17 de enero de 2009

Marcando territorio...

Que los sentimientos valen más que las palabras es algo que, a estas alturas, todos sabemos. De hecho, abundan las reflexiones como "vale más una imagen que mil palabras", que dejan bien claro que las palabras no son más que vehículos de canalización de lo que sentimos, pero también de lo que podemos fingir, o solo de bailar el agua al otro.

Saber qué decir y cuándo confesarlo. Ésa es la clave. Y es entonces cuándo la nostalgia me lleva a visitar fotos, a leer textos, a comprobar que hubo un tiempo en que era necesario. Un instante en que alguien me hacía existir solo por pensar en mí. Solo, digo. Qué iluso. Es lo más grande que puede pasar.

No transitar de puntillas por la vida. No marcharte sin dejar huella. No resultar indiferente.

Aunque para ti no seas más que un vulgar indiferente. O mejor dicho, un vulgar y un indiferente.

jueves, 15 de enero de 2009

Para abrir boca

Dicen que la vida se compone de ciclos. De fases. O de círculos... Sin embargo, yo creo que no son lineales... que las cosas no suceden una sola vez y desaparecen ya para siempre. No solo se quedan en nosotros, profundamente ancladas, sino que repetimos una y otra vez. Incurrimos en los errores. Nos aferramos y nos empeñamos en machacarnos. Dos veces. Tres. Nunca tenemos suficiente.

Así, repito errores... Las pocas virtudes las conservo. En lata. O en latón, que fue el producto que más subió, seica. Circularmente, te prometes no volver a hacerlo, no volver a actuar así... Cambiar, en definitiva. Pero sin embargo tú vences a tu yo. El yo interno pisotea al yo que tú te pretendes construir frente (con el más firme sentido de oposición) a la sociedad.

Entonces, te das cuenta de que si naces... es para morir. Que lo del medio es un trance, y que, hagas una cosa u otra, qué más dará. Es cuestión de tiempo. Y después, polvo.

Y como todo nace para morir... Diagnostiquémosle un tiempo de vida a este blog. Lo que va a durar? Depende de la madurez de los comentarios, de la empatía, de muchos factores. Porque en el fondo, por más que nos pese, somos lo que los demás piensan de nosotros.