Supongo que todos recordamos ese programa de televisión. Se trataba de acercarse "pero sin pasarse" al precio justo... Eso es un poco lo que merodea por mi vida después de lo que ocurrió en las últimas 24 horas en mi vida. Sin duda, las más controvertidas de la historia.
Precio justo. Buena metáfora para explicar que lo que uno me pretende hacer pagar es mucho más de lo que yo he cometido. Injusta es la violencia, siempre desproprocionada. Inexistente la traición, viva la amenaza. No es el miedo a él, a su patetismo, a su vergüenza diaria y su inexistente valentía nocturna. No. Es el temor a su reacción alcohólica. Y al apoyo que tiene. Aún sin saber cómo ni por qué. Será que, cual mediocre, la gente se compadece de él.
Precio injusto. El que tenga que pagar si opto por la opción B. Claro que dejaría la opción A. Pero y si no aparece la opción B después? Si es una oportunidad única en la vida. O no. Tal vez sea la ruina a largo plazo y la fortuna a corto plazo. Puede que cave mi tumba con las manos si lo desecho o que me arrepienta de no cogerlo. Ciertamente, haga lo que haga, me lamentaré. Qué duda cabe aún de cómo soy yo.
En definitiva: convulsión. Entre tanto, que los míos, los que me quieren, me aplaudan cual concursante de susodicho programa televisivo.
viernes, 18 de diciembre de 2009
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yo te aplaudiré siempre, eso está claro.
ResponderEliminarY al primero, al retrasado ese... le aplaudiré a "hostias" si hace falta.
De que vale unha vida de arrepentimento? Só hai unha e nunca se pode mirar para atrás! Ánimo!
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